El día 16 de Febrero, el Sol ingresa en la constelación de Acuario, o del Portador de Agua, por donde transitara hasta el 12 de Marzo. Durante esas semanas, ¿cómo podemos aprender a entender mejor las realidades espirituales de esta constelación?
Uno de los caminos es leer a Willi Sucher, en donde habla acerca de las asociaciones entre las constelaciones y los grandes ciclos evolutivos, los cuales son descritos por Rudolf Steiner en su "Tratado sobre Ciencia Oculta" (1). Otro de los caminos es reflexionar sobre la imaginación del mito griego de Acuario, el cual se asocia a "la diosa Hebe, quien proveía a los dioses olímpicos de néctar y ambrosia, el nutrimento celestial o cósmico, que les donaba juventud eterna. Por algún motivo, Hebe pierde su posición divina.... por lo tanto, Zeus debe encontrar otro Portador. El águila (constelación del Aquila) fue enviada a los bajos en busca de un sustituto. Ella hallo a Ganimedes, el hijo de un rey de Troya, y lo porto consigo sobre sus alas al Olimpo, para que ocupase el lugar de Hebe".
El punto de importancia en este mito, es que refleja un cambio fundamental en la consciencia humana durante la época griega, en donde el ser humano comienza a jugar un rol en los asuntos de los dioses. Ahora, "un mortal es quien se ocupa de nutrir al cosmos, un tremendo cambio y una perspectiva de futuras relaciones entre toda la humanidad y el cosmos" (2).
¿Cómo se hará cargo la humanidad, de aquí en adelante, del alimento (vida) del cosmos?. Es de valía considerar que el Portador de Agua, Acuario, es la única representación humana a pleno, dentro de todo el zodiaco. Inclusive Castor y Pólux, de Géminis, poseen una heredad divina en parte.